"Decir ante tal foto "¡es casi ella!" me resultaba más desgarrador que decir ante tal otra: "no es ella en absoluto". El casi: régimen atroz del amor, pero también estatuto decepcionante del sueño -es razón por la que odio los sueños-. Pues acostumbro a soñar con ella (sólo sueño con ella),pero nunca es completamente ella: a veces tiene en el sueño algo desplazado, de excesivo: por ejemplo es jovial, o desenvuelta, lo cual ella no era nunca; o también, que es ella, pero no veo sus rasgos (pero, ¿es que acaso vemos en sueños?, o acaso sabemos?): sueño con ella, pero no la sueño." -ROLAND BARTHES, EN LA CÁMARA LÚCIDA-

MI IMAGEN Y YO, JUAN CARLOS ONETTI

MI IMAGEN Y YO, JUAN CARLOS ONETTI

"En algún papel leí, hace años, que el infierno estaba minuciosamente conformado por los ojos ocupados en mirarnos. La frase, entonces, no era de Borges ni de Sábato ni de Sartre ni mía. [...] En cuanto a mí, hace años que aprendí el arte de afeitarme al tacto, para evitar la opinión del espejo, para acudir al trabajo sin el peso de otra depresión. Es que mi imagen – ustedes me lo muestran – avanza, desde hace tiempo, separada de mí. Mientras yo permanezco adolescente, calmo, interesado en lo que importa, bondadoso y humilde por indiferencia y por la asombrosa seguridad de que no hay respuestas, ella, mi cara, ha envejecido, se ha puesto amarga y tal vez esté contando o invente historias que no son mías sino de ella." (Juan Carlos Onetti)

Paul Eluard

Muy joven abrí mis brazos a la pureza. Sólo fue un palpitar de alas en el cielo de mi eternidad, un palpitar de corazón enamorado que late en los pechos conquistados. Ya no podía caer. Amante del amor. En verdad, la luz me ciega. Conservo la suficiente para mirar la noche, toda la noche, todas las noches. Todas las vírgenes son distintas. Siempre sueño con una virgen. En la escuela se sienta en un banco delante de mí, con delantal negro. Cuando se vuelve para preguntarme por la solución de un problema, la inocencia de sus ojos me confunde de tal modo que apiadada de mi turbación, me rodea con sus brazos el cuello. Fuera de allí me abandona. Sube a un barco. Nos sentimos casi extraños uno a otro, pero es tanta su juventud que su beso no me sorprende. O bien, cuando está enferma, guardo su mano entre las mías hasta que llega la muerte, hasta que me despierto. Si acudo tanto más rápido a sus citas es porque temo no tener tiempo de llegar antes de que otros pensamientos me arrebaten a mí mismo. Cierta vez que el mundo estaba por acabar, lo ignoramos todo de nuestro amor. Ella buscó mis labios con movimientos lentos y acariciadores de la cabeza. Esa noche llegué a creer que la haría retornar al día. Y siempre es la misma confesión, la misma juventud, los mismos ojos puros, el mismo ademán ingenuo de sus brazos alrededor de mj cuello, la misma caricia, la misma revelación. Pero nunca es la misma mujer. Las cartas dijeron que la encontraría en la vida aunque sin reconocerla. Amante del amor.

POEMÈ DU TEMPS QUI NE PASSE PAS-POEMA DEL TIEMPO QUE NO PASA (LOUIS ARAGÓN)

UN DÍA NEGRO EN UNA
Casa de mentira
//
Toda pasillos entre bastidores
Sin color
//
Los desconchados muros de las puertas que hacen
Ashh
//
Jaulas de ascensores desde
Las que ojos entre dedos
Nos siguen al pasar
//
Por todas partes escrito SILENCIO
El tiempo fuma a escondidas
//
Se ha perdido el guión
Todo el pasado por descuido
Extraviado
//
Nos ha sido amputada el ala de los hombros
Cierra en mi mano tu mano temblorosa
//
No es éste piso
//
Habíamos subido un piso más por
La escalera metálica de escalones agujereados
//
Quién sabe
//
La vida al fin y al cabo es una
Mala fotografía
//
Entre sus guantes extraños te apresaron aquellas gentes
Se trata de ti mientras yo vuelvo mi mirada hacia los techos

//
Es de ti de quien se trata de tus ojos tu memoria
Yo desde lejos tengo miedo cuando hablas miedo cuando

Callas
//
Miedo de la imagen y de la frase
Miedo a la manera en que a veces uno se siente celoso
De otros ojos abiertos verte
//
En este siglo extraño una mujer puede ser
Presa y sombra de otro
Qué loco he sido de traerte aquí
Cómo podré de ahora en adelante encerrarte para mí solo. Quieren
//
Saber la niña que fuiste el árbol en que te apoyas
Ese sombrero enorme de paja
Quieren conocerte antes que yo
Me alejan de sus luces
//
No es esta la primera vez que tratan de arrancarte
De mí y no será la
Última
//
Hubiera deseado tanto tenerte para mí solo
Con el mundo entero a modo de habitación de hotel
//
De aquel día he encontrado UN DÍA NEGRO EN UNA un papel cuadriculado y amarillento Fue cuando me echaron del local para que no
Entorpeciera las tomas
Un papel cuadriculado que verdea sobre una hoja blanca bajo la luz arificial
//
Me habían explusado a la sala del fondo la sala inútil en la que reinaba un desorden absoluto y que
DABA al patio y a los ruidos de la ciudad hacia la noche
Con el fin que no entorpecieran
Las tomas
//
Ya lo has dicho
//
En apariencia sí Ya lo he dicho la cuestión era explicarse lo que sigue
//
Un papel cuadriculado y amarillento
//
El tiempo se expresa a veces como pintor
Cambia el color o si mejor os parece
Cambia de color como palidece un hombre





"Escribo para olvidar escribo sobre mis pasos//
para borrar mis pasos para//
perderme y que estos versos no sean//
otra cosa que apertura del silencio"////



(De "Habitaciones")////




Un brazo en torno a ti//
Otro sobre mis ojos//
Uno te impide huir//
Otro retiene mis sueños////



Este nuestro lugar cerrado//
De pronto si despierto//
Del sueño de los ladrones//
Me ahoga en él la noche negra////



Todo me es más que memoria//
En este momento de olvido//
En el bosque del lecho//
Ya todo es sólo murmullo////



-Luis Aragón-




Juan L. Ortiz (Argentina-1896) De "La mano infinita"

Venía de las colinas celestes ya,// triste, en el aire triste de su vuelo vago.// La conocí y lloré dulcemente con sus ojos// sobre el agua lejana y baja y las islas profundas./// Pero la rosa del día no se iba sola esta vez por el río.// Sentimientos la seguían como velas fascinadas.// ¿Por qué las dulces lágrimas entonces?/// No sé. No sé. ¿Era que su silencio no encontraba// los otros silencios? ¿Era que su soledad no encontraba las otras soledades?/// Doliente acaso de estar únicamente en el aire, mirada sola del cielo,// ella que puede ser otras miradas, ella que puede ser otro lenguaje...// El lenguaje que se encontrará, que se volverá a encontrar, de todos,// en el misterio amoroso de cada uno, por gracia de su misma radiación.../// ¿O es que ella quería descender, humilde,// y estaba presa como en una suerte de música por su propia esencia fluida,// ella que es también el espacio y la memoria del corazón, infinitos y súbitos?/// El espacio del corazón... ese sobre todo, este sobre todo,// de sombra pobre y olvidada en que se llama// desesperadamente a las puertas cerradas,// y no se oye todavía detrás de ellas, entre las ramas de la noche,// su voz tenue y casi perdida en que murmura sin embargo// su respuesta todo el viento del mundo...

viernes, 13 de mayo de 2011

miércoles, 4 de mayo de 2011

ESCUCHA, ESCÚCHAME... Blanca Andreu

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ESCUCHA, ESCÚCHAME...






Escucha, escúchame, nada de vidrios verdes o doscientos días de historia,
o de libros abiertos como heridas abiertas,
o de lunas de Jonia y cosas así,
sino sólo beber yedra mala, y zarzas, y erizadas anémonas parecidas a flores.

Escucha, dime, siempre fue de este modo,
algo falta y hay que ponerle nombre,
creer en la poesía, y en la intolerancia de la poesía, y decir niña
o decir nube, adelfa,
sufrimiento,
decir desesperada vena sola, cosas así, casi reliquias, casi lejos.

Y no es únicamente por el órgano tiempo que cesa y no cesa,
por lo crecido, para lo sonriente,
para mi soledad hecha esquina, hecha torre, hecha leve notario,
hecha párvula muerta,
sino porque no hay forma más violenta de alejarse.






Blanca Andreu"De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980







The beautiful town 

of Noto Sicily Italy



















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ENTRE TÚ Y YO.. ENTRE TÚ Y YO... Blanca Andreu

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ENTRE TÚ Y YO..






Entre tú y yo no hay ningún no. 





Blanca Andreu
"El sueño oscuro" 1994







Parla piu Piano

Roberto Alagna



















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EN LA INDIA (Loto), Blanca Andreu

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EN LA INDIA

(Loto)





-¿Quién eres tú, misteriosa
paloma vegetal de las aguas
perfumada estrella viviente?
-Cuando alza el azafrán como un monarca
su morada corona
y hace brillar su pistilo escarlata
del color de unos labios diciendo: “cosechadme”
y las lentejas de agua
y las castañas de agua
abren sus verdes ojos y pasean por el lago
yo lanzo mis raíces
a las profundidades
navego
por debajo
en un viaje de muerte
como el amor terrible
atravieso el olvido
y llego hasta la tierra sub-acuática
como a un palacio negro
y allí entro
sombrío, soberano
a comenzar mi historia
y entonces
vivo contra las aguas
desde la tierra al cielo
como el amor real
y majestuoso
subo
de la savia a la flor
y entonces soy
corazón blanco en las manos del río
soy nube anclada
de salvajes raíces
soy el suave
cordero
de las lagunas:
la rosa de Siddhartha.





Blanca Andreu
"El sueño oscuro" 1994






Pozitivan Haos - Parla più piano


















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ELPHISTONE, Blanca Andreu

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ELPHISTONE







Es la hiedra negra, en las raíces, entre las hojas
del invierno, caídas hojas bajo la nieve, en las estrellas
del invierno, estrellas gastadas.
Yo lo recuerdo de la misma manera que el invierno
cuando con sus grandes botas pisotea la tierra,
como la sombra que divide así yo lo recuerdo
entre arbotantes y grandes maderos, en tanto el viento
escapa hacia el altar.
Yo recuerdo la luz de su fría república,
-sin duda la luna u otra materia maléfica.
Yo recuerdo su luz mientras el viento escapa
y una sombra torcida cruza hacia el altar.

Qué señor de las noches, qué guerreros, qué ausentes,
qué silencio crecido en un secreto como las ramas y
las catedrales
cuando la música de marzo tiene la verdad a sus pies.
Qué estaciones donde nada hay y ningún mensajero recuerda
aquella música lejana, aquellos ojos que brillan en la oscuridad
como dos animales vivos.
Sobre la niebla, entonces, propagaba su pensamiento
y relaciones y analogías relucían semejantes a peces,
recuerdos refulgiendo sobre el lomo del mar, huraños
pasillos de la memoria, entonces -los últimos
sentimientos, negros como la sombra en la bodega,
se saben todavía mal interpretados- qué astrolabio
y qué brújula, qué viento del noroeste
para el sombrío capitán Elphistone, para su mirada
cuando saluda a las constelaciones, el Boyero y las Cabrillas
contra el incendio de las tempestades
o bien qué mueca definitivamente fría como un hueso.
Gesto de sable pájaro, ademán de orgullo
cuando con los días contados
finges, te creces, injurias con la voz que va derecha.
Fugaces cortesías de los mares se disputan tu honor
y cierto género de noticias o silencios muy elocuentes,
espías del recuerdo las estrellas evocadoras, oleajes
de postrimerías, bendiciones, cuando
-bajo la advocación del Holandés- te desposas con el aparejo
y el viento oficiante murmura
sobre el podrido tálamo de lona
mientras que la madera entona el réquiem.




Blanca Andreu
De "Elphistone" 1989






Amaury Vassili - Parla Più Piano


















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DOS, Blanca Andreu

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DOS







Y casi espíritu de fuego, casi la empuñadura de una idea del fuego
aire de pájaro o espada, pero espía,
en tu interior hay ciervos y prodigios,
acaso un charco de oro.






Blanca Andreu
"Libro de las bestias. Primer fisiólogo" 1984






Parla Piu Piano - Tony Tomas


















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DI QUE QUERÍAS SER CABALLO ESBELTO, NOMBRE, Blanca Andreu

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DI QUE QUERÍAS SER 

CABALLO ESBELTO, NOMBRE









Di que querías ser caballo esbelto, nombre
de algún caballo mítico,
o acaso nombre de tristán, y oscuro.
Dilo, caballo griego, que querías ser estatua desde hace diez mil años,
di sur, y di paloma adelfa blanca,
que habrías querido ser en tales cosas,
morirte en su substancia, ser columna.

Di que demasiadas veces
astrolabios, estrellas, el nervio de los ángeles,
vinieron a hacer música para Rilke el poeta,
no para tus rodillas o tu alma de muro.

Mientras la marihuana destila mares verdes,
habla en las recepciones con sus lágrimas verdes,
o le roba a la luz su luz más verde,
te desconoces, te desconoces.





Blanca Andreu
"De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980






Parla Piu Piano -The Godfather-

Deano Clavet
















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DAME LA NOCHE QUE NO INTERCEDE... Blanca Andreu

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DAME LA NOCHE 

QUE NO INTERCEDE...






Dame la noche que no intercede,
la noche migratoria con cifras de cigüeña,
con la grulla celeste y su alamar guerrero,
palafrén de la ola oscuridad.
Dame tu parentesco con una sombra de oro,
dame el mármol y su perfil
leve y ciervo,
como de estrofa antigua.

Dame mis manos degolladas por la noche que no intercede,
palafrén de las más altas mareas,
mis manos degolladas entre los altos cepos y las llamas lunares,
mis manos migratorias por el cielo de agosto.

Dame mis manos degolladas por el antiguo oficio de la infancia,
mis manos que sajaron el cuello de la noche,
el destello del sueño con metáforas verdes,
el vino blasonado que se quedó dormido.

Amor de los incendios y de la perfección,
amor entre la gracia y el crimen,
como medio cristal y media viña blanca,
como vena furtiva de paloma:
sangre de ciervo antiguo que perfume
las cerraduras de la muerte.





Blanca Andreu
"De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980







Nuans - Parla Piu Piano


















CINCO POEMAS PARA ABDICAR, Blanca Andreu

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CINCO POEMAS PARA ABDICAR







Cinco poemas para abdicar,
para que sean un destello terrestre en mi tránsito
mientras el vaivén de mi cuerpo me dote de viejo sueño y tenga un altar adornado,
mientras mis ojos suspendan la aspersión del líquido más breve,
abandonen su aire lacustre y la ligereza de la lágrima cóncava en donde beben grullas
y otras zancudas con pie de bailarina,
mientras mis manos sean hangares en las salinas negras para aviones de turbios vuelos,
mientras el súcubo murciélago diga en mi oído espuma y diga oscuridad
en las marineras negras.

Cinco poemas para la marcha en el paisaje de sábana de hilo,
un páramo es encaje antepasado,
iniciales bordadas hace ya tres mil días
y alguna mancha de amor.

Cinco poemas como cinco frutos cifrados
o como cinco velas para la travesía:
el primero hacia aquella a la que nadie ve en la vaga velada del lago:
un resquicio de abril para Virginia, porque amó a las mujeres.

El segundo para mi amor:
sé bien que encima de mis heridas busco la alondra de tus heridas,
sé bien que encima de mis heridas una cigüeña pone sus huevos.
Encima de tus heridas las ramas de los nervios se han dormido
y ahora son alas, páginas, oleaje, seres verdes.

Encima de mis heridas yo descubro una tela desventurada y ocre,
rasgada de enemigos,
o una palabra emborrachada por el lacre.
Pero cuando me duerma
ya no te querré.

El tercero para la casa que cae y el álamo vihuela o jardín bello,
para el ángel que guarda a la lombriz,
para todo lo que es pueril o leve y que clava
submarinos anzuelos en los ojos adultos.

El tercero es para el corazón de la raíz
y para la cerrada tierra de los estambres,
para la lluvia seria de las siestas del norte,
mala como una institutriz.
Dile que no se meta en los salones
y los llene de gafas estrujadas.
Ay, dile que no espante los espejos de mirada niña.

Había tres balcones sangrantes,
había tres balcones como tres heridas incurables del muro,
había tres balcones y siete temblorosos escabeles.
Ay, dile que no asuste las palabras palomas,
que no deje que vayan batiendo un aire usado con
alas de cuchillo.
Las palabras apátridas de mi tercer poema
que no me muerdan las mejillas
y las sonatas que yo no toqué nunca, que no cesen,
ni el pequeño cuaderno de Ana Magdalena.
Yo no dije: ¡silencio!,
y ahora el réquiem se teje con seres y desastres consanguíneos.
Dejadme las hortensias vestidas de pupilas, con traje de mirada,
esa campana vegetal que ya no suena y llora un zumo epílogo,
y las magnolias catalejos,
y aquel sillar tan grande como el siglo más cíclope.
Yo no dije: ¡silencio!
pero me fui bebiendo vino de exilio en la boca de piedra,
bebiendo fermentado líquido migratorio,
los ramos de las tórtolas de agosto y el eco de la casa
que se cae.

Veo que no sobrevive el alma alta del muro,
la espuma voladora borracha de gaviotas,
el ángel que cuidaba la cucaracha de uva y la lombriz,
ni ningún pájaro como lágrima póstuma y celeste,
ni la resina tañendo su ámbar triste,
ni tampoco las malvas, las violentas, las verdes partituras.

El cuarto es para mi amor.
Amor mío,
sé bien que no te escupirá mi sueño y que tu cuello
no será sajado
por el filo último de mi sueño,
que no te insultará el hiriente corazón de mi sueño,
porque si duermo ya no te querré.
Sé bien que busco encima de mis heridas
el escorpión de oro de tus heridas.
Sé bien que encima de mis heridas sólo habita
la imagen encalada de mi muerte.
Y por eso voy a asesinar
con la virgen cuchilla barbitúrico
la muchedumbre de heroicos locos que entonan para mí
la pesadilla y el bostezo,
amor mío, sin asomar por la ventana
fuegos viejos, frescas cenizas,
familias errantes de soles.

Mi amor para la imagen encalada de mi muerte,
para la cal que se come a los niños,
para mi último caballo, oro, sobre asfalto celeste y el hule
astral de abril.
Sé bien que galoparé en negro
porque negro es el color de los sueños,
negras las manos de la intimidad,
y sin espuelas, y sin bridas,
porque las espuelas son el poder, la aberración,
estrellas de tijera y abismo.

El quinto para mi caballo,
para cuando ya estemos sucediendo
como dos estaciones
o dos días iguales.




Blanca Andreu
"De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980






EL PADRINO - BRUCIA LA TERRA

- THE GODFATHER - 

PAOLO MARTINI
















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ASÍ, EN PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO... Blanca Andreu

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ASÍ, EN PRETÉRITO

PLUSCUAMPERFECTO...






Así, en pretérito pluscuamperfecto y futuro absoluto
voy hablando del trozo de universo que yo era,
de subcutáneas estrellas de sangre
cazadas por el ángel de la anemia
en el cielo arterial,
diciendo leucocitos del alba y rio de linfa,
o bien de lo que quise:
el ligero Mediterráneo,
la prohibición de envejecer,
la gavilla del sueño barbitúrico,
y sobre todo, sobre todas las cosas,
Mozart anfetamínico preámbulo de pájaros,
Mozart en ala y aeropuerto,
arco de violín principe o piloto: Mozart el Músico.




Blanca Andreu
"De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980







Gianni Morandi - Parla piu piano
















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AMOR DE LOS INCENDIOS Y DE LA PERFECCIÓN... Blanca Andreu

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AMOR DE LOS INCENDIOS 

Y DE LA PERFECCIÓN...







Amor de los incendios y de la perfección, amor entre
la gracia y el crimen,
como medio cristal y media viña blanca,
como vena furtiva de paloma:
sangre de ciervo antiguo que perfume
las cerraduras de la muerte.




Blanca Andreu
"De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"198






Patrizio Buanne - 'Parla Piu Piano'















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martes, 3 de mayo de 2011

AMOR MÍO, AMOR... Blanca Andreu

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AMOR MÍO, AMOR...





Amor mío, amor mío, mira mi boca de vitriolo
y mi garganta de cicuta jónica,
mira la perdiz de ala rota que carece de casa y muere
por los desiertos de tomillo de Rimbaud,
mira los árboles como nervios crispados del día
llorando agua de guadaña.

Esto es lo que yo veo en la hora lisa de abril,
también en la capilla del espejo esto veo,
y no puedo pensar en las palomas que habitan la palabra
Alejandría
ni escribir cartas para Rilke el poeta.




Blanca Andreu
"De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980





Nuans ADAGIO



















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martes, 22 de febrero de 2011

MEMORIA (LA OSCURIDAD)

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LA OSCURIDAD
















   Me aproximo a la noche, con cada una de las manos, abarco cuerpos enteros, horas, temporadas y saltos. Saltos y precipitaciones, personas sentadas en ambos lados, yo con cacharros de palo, una conversación que aún no se terminó... bancos, costumbres, el organdí, pantalones, las piedras con las cruces que se movían, el sol allá en lo alto que se retira para que beban de nuevo los días y el verano.


Un día cruzando a lo ancho de la calle, un día que presidió desde lo otro montones de días que no eran él; como si al describirse, se le hubieran restado los fragmentos, como nunca feliz, ligando las alianzas, anfitrión de los sueños en los que, hasta el paisaje, era una misma nube que se extendía con tan sólo rozarla.


Más arriba, la esquina se dividía también convocando a los árboles entrelazados por tinajas, callejuelas, panes redondos bajo los brazos, tinteros, latitas de sardinas, calcetines y solemnes domingos. La esquina tenía oídos, farfullaba y se dejaba picar por las abejas.

















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